Los humanistas italianos, entre la ciencia y la filosofía de la naturaleza


Los humanistas estaban orientados hacia la literatura y los estudios clásicos, y cultivaron entre las disciplinas filosóficas ante todo, si no exclusivamente, el campo de la ética. Los aristotélicos se interesaban principalmente por la física, la biología y la medicina, y por tanto se concentraron en el campo de la filosofía natural, que todavía se consideraba una parte de la filosofía más que una ciencia especial. Nuestros filósofos de la naturaleza, Telesio y Patrizi, a pesar de su nombre, no se limitaban en sus intereses a la filosofía natural de los aristotélicos, o a lo que había de convertirse en la física de los modernos, aunque tratan en parte problemas análogos y se encuentran históricamente a medio camino entre estas dos tradiciones. Difieren entre sí aun en esta orientación intelectual general. Telesio fue al principio un estudioso de las ciencias físicas y biológicas, a las que sus ideas en ética y epistemología parecen estar subordinadas, y en este sentido amplio pertenece a la tradición aristotélica en la que fue educado y de la que heredó sus problemas y temas, aunque había de abandonar y criticar la mayoría de las soluciones y teorías específicas que ella le ofrecía. Por el contrario, Patrizi no comparte este interés primario en la física, biología y medicina, o la correspondiente adhesión, aunque fuera negativa, a la tradición aristotélica. Sus intereses exteriores son por una parte literarios y clásicos, y por la otra, matemáticos. Estos intereses diferentes, y su combinación más bien inusitada, permiten adelantar mucho en la explicación de sus diferentes lazos históricos, que son humanistas y platónicos más que aristotélicos, y el estilo e hincapié diferentes de su sistema, aun en aquellos puntos en que trata de contestar a los problemas de la filosofía natural. Fracastoro era humanista y médico; Cardano, médico y matemático; Paracelso, médico y alquimista; Bruno, escritor literario, filósofo natural y metafísico (pero difícilmente matemático) y Campanella, entre muchas otras cosas, teólogo y pensador político.

En otras palabras, los filósofos renacentistas de la naturaleza difieren entre sí no solamente en sus opiniones, sino también en la estructura y orientación de su pensamiento, mucho más ampliamente de lo que es el caso ordinario dentro de una sola escuela o grupo de filósofos. Finalmente, comparados con los humanistas y aristotélicos, y aun con los platónicos del periodo renacentista, representan un grupo más bien pequeño de figuras más o menos aisladas. Ninguno de ellos, ni siquiera Telesio, tuvo muchos seguidores. El lugar prominente que ocupan en el pensamiento renacentista no depende de su número o del número de sus alumnos, sino de la calidad intrínseca de su contribución, de la influencia que tuvieron en el pensamiento posterior, y de su lugar histórico como heraldos, si no predecesores en el sentido estricto, de la ciencia y filosofía modernas primitivas.